La debilidad institucional de América Latina versus la del Este asiático

Desde la esfera económica, las principales diferencias entre la región del Este Asiático y América Latina son las altas tasas de crecimiento mostradas para el primero. En contraste, el segundo registra con periodos de recesiones y bajas tasas de crecimiento económico incluso catalogado internacionalmente como inmerso en la “trampa de ingreso medio”, que en otros términos significa la incapacidad para mantener altas tasas de crecimiento económico hasta alcanzar el mundo desarrollado.

Pero las diferencias se encuentra en la esfera política; es decir las economías del Este Asiático han tenido logro en mejorar la estabilidad de sus instituciones tales como la efectividad de gobierno en proporcionar servicios públicos como infraestructura pública, educación, salud, etc., así como el diseño de políticas de largo plazo. Un aspecto que destacar es el cumplimiento de las normas por todos los miembros de la sociedad de esta manera; los ciudadanos suelen cumplir las normas; en caso contrario, la presencia de instituciones fuertes como la policía y el poder judicial son efectivos para asegurar el cumplimiento y el orden social. Otro hecho relevante, es el rol que ha cumplido el Poder Judicial para asegurar la entrada de ingentes cantidades de inversión extranjera, los gobernantes han creado una reputación de un sistema judicial independiente de esta manera las grandes multinacionales se siente seguros de invertir y establecer sus plantas en estos países.

 En América Latina, por el contrario, los altos niveles de corrupción han generado que las grandes licitaciones sean otorgadas a la empresa Odebrecht; por tanto, otras compañías internacionales de mayor importancia en términos tecnológicos y de inversión habrían percibido este favoritismo, en consecuencia, habría descarta su ingreso a las economías latinoamericanas como Perú. Los costos de estas serían inmensos y habría afectado la sostenibilidad del crecimiento económico. El control a la corrupción ha sido una permanente en las reformas políticas. Incluso, la fuerte inestabilidad política y social son otro problema que obstaculiza las reformas debido a las constantes fricciones entre las masas y autoridades.